El uso pedagógico de los celulares dentro y fuera de las aulas es un desafío cada vez más real, con la inserción de estos dispositivos entre alumnos y docentes y sobre todo por el desarrollo de nuevas aplicaciones. A continuación se enumera un  “protocolo”  de su uso.

-Consensuar normas de convivencia y comunicación. Si se crea un grupo de Whatsapp para compartir información, resultados o actividades es conveniente pautar normas de participación, tiempos para la misma, horarios de disponibilidad así como también cosas que no se aceptarán.

– Incorporar las diversas aplicaciones para hacer recordatorios importantes a los alumnos: fechas de entrega de trabajos prácticos, exámenes y cualquier otro evento que implique una planificación previa. Esto puede ayudar a lograr una agenda equilibrada para el estudiante de los primeros años.

-Utilizar el celular como medio de consulta de temas o conceptos nuevos para el grupo. Enseñar a partir de ello cómo evaluar la veracidad de las fuentes de consulta a partir del análisis crítico y comparativo.

-Usar el dispositivo como medio de acceso a la información importante para el grupo, ya sea mediante audios, imágenes, videos, textos o a través del acceso a sitios de almacenamiento en la nube, carga y descarga de materiales, etc.

-Proponer consignas que impliquen compartir en el ámbito público lo que se está logrando y aprendiendo como grupo. Es una buena práctica que, finalizada la clase, se acuerde compartir lo aprendido en una red social de manera de generar contenido útil para la comunidad. Twitter por ejemplo fomenta habilidades comunicativas en pocas palabras. El desafío es hacer público el aprendizaje en sólo 140 caracteres. Instagram permite lo mismo, pero además agrega la posibilidad de subir una imagen.

 

 

Fuente: infonegocios.info